Aterrizaje de Gael García Bernal
Por Abel Posadas
Nacido en 1978 en Guadalajara, Jalisco, México, este hombre se transformó en el actor de habla hispana más interesante del siglo XXI. A Javier Bardem le permitimos las caballerizas y los premios. Su carrera comienza en cine con Amores Perros (Alejandro Gonzalez Iñarritu-2000). La película funcionó en su momento, aunque es evidente que fuera del episodio que protagoniza Gael Garcia Bernal -en adelante GGB- al producto le costaría remontar los años. Y es lo que ha ocurrido. Claro que en ese comienzo del siglo XXI se hizo acreedora de premios de parte de instituciones y de la crítica, aunque n–o tanto del público.
Luego fue llamado por Carlos Cuaron junto con su amigo Diego Luna para cubrir los dos roles masculinos de Y tu mamá también, estrenada en 2001 y nuevamente en medio de sonados festejos. Desde este 2024 se comprende que en un país hipersexuado, violento y a favor de la testosterona en estado puro, la película llamara la atención. Eso, sin embargo, es quedarse en la superficie. Los apuntes de Cuaron en el libro ponen en claro y la del pais que no quieren ser vistas por quienes tienen su capital aliado al de Estados Unidos.
GGB no era un desconocido antes de comenzar en cine. Debido a que sus padres son actores y, como ha declarado en varios reportajes, si quería verlos debía ir al teatro es así como, desde la infancia, pisó un escenario y luego un set de TV. Hacia el final de su adolescencia decidió estudiar Humanidades en la Universidad Autónoma de México, pero se encontró con una huelga gigantesca. Decidió entonces marcharse a Londres para estudiar arte dramático porque ya había encontrado su vocación de actor. Y a Londres le llegó el guión de Amores Perros.
DESPUÉS DE TANTO TIEMPO
Fuera de los productos en los que envasaban a las estrellas desde los años 30 y hasta finales de los 70 del siglo pasado, el cine mexicano nunca cuajó en Argentina. Además de la sorda competencia industrial entre ambos países, más allá de los viajes de las primeras figuras, poco y nada se sabía de la industria mexicana. Bien es cierto que hubo excepciones pero la regla imponia no ver cine mexicano. Sus productos iban a parar a las piojeras donde se veían películas argentinas y españolas. Llegó luego la época de los Ripstein pero no duró mucho. Es decir, tenía que llegar el siglo XXI para que lentamente un sector del público argentino volviera a acercarse al cine del país azteca En el epicentro de esta movida se encuentra la figura de GGB.
Es verdad que hace ya tiempo una primera figura no permanece en el país en el que filmó sus primeras películas. Estamos acostumbrados a que de inmediato surja el dólar de Hollywood y allí los elegidos ganen fortunas. No es el caso de GGB que sí ha ido a Hollywood y ha filmado allí, pero también lo ha hecho en Argentina, Chile, Bolivia, Francia,
España-no sigamos añadiendo-, La singularidad de GGB es que siempre ha vuelto a México y no solo a desempeñarse como actor, sino también como director y productor. En verdad, el chamaco pisa fuerte. Y tiene derecho Veamos, ha dado vida al Che Guevara, al almirante Emilio Massera, se ha mostrado proclive a mostrarse en cueros a la primera oportunidad pero también lo hemos visto muy compuesto como el cura Amaro. Pudo haber sido el mejor amante para una mujer y al mismo tiempo un travesti jugoso que admite la calidez de un director de cine. O bien es sencillamente un taxi boy para Cecilia Roth. No estamos hablando aquí de un actor excepcional porque no lo es. Cuando la revista People lo compara con dos esperpentos mediáticos sabemos de qué hablamos.
Es esto lo que asombra de él; que sea capaz de soportar la carga de los medios masivos mientras prosigue explicando el por que de esta América Latina que nos ha tocado. No recordamos a otro actor que haya procedido de la misma manera. Podría decirse que es nada más que un actor y se invoca al espíritu de Jane Fonda luchando por Viet Nam para terminar en regio divorcio de Ted Turner. Veleidosos, antojadizos, amantes de la buena prensa, los que ponen la cara en el mundo del espectáculo pueden cambiar vertiginosamente porque casi todo les puede ser perdonado.
ALLÁ EN EL RANCHO GRANDE
Es cierto que Ripstein y Hermosillo, por ejemplo, llegaron a las salas de Buenos Aires precedidos de muy buena crítica. Sin embargo, el entusiasmo no fue duradero y los distribuidores ya no tuvieron más interés en ellos. Tampoco el público. Hoy día son los cinéfilos los que recuerdan títulos y guionistas. En especial guionistas porque el grave problema sigue siendo el del libro. ¿Hay algo que decir o generamos hermosas fotografías ancladas en un paisaje socialmente atractivo? Este no es un problema exclusivo del cine mexicano sino que afecta a todas las cinematografías. Hay series o miniseries que pueden ganar cómodamente esta carrera, aunque en América Latina eso nunca ha ocurrido y quienes no están de acuerdo que se la banquen.
Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejando Gonzalez Iñarritu son los tres alegres compadres que irrumpen en el siglo XXI con la finalidad de remozar cierta visión que se venía dando de la sociedad mexicana. Para ello son capaces de irse a buscar al Padre Amaro al Portugal del siglo XIX o de exponer la escondida homosexualidad del macho mexicano, o de estudiar los estamentos sociales por los que se mueve la poblacion de Mexico DF. Y GGB pareció ser el actor elegido para incursionar, al menos en la primera etapa, por los andurriales de una sociedad que en cine se había presentado en ocasiones como estereotipada.. Y volvería una y otra vez pero fue convocado para encarnar al Che Guevara y de inmediato al travesti asesino para Almodóvar. Su madre dijo que GGB era su vivo retrato cuando con el disfraz y los postizos entonaba engominado bolero.En cuanto a los tres alegres compadres, emprendieron rumbo a Hollywood, ya no viven en México y prosiguen filmando lo que a los productores les interesa.
Si este fuera un escrito serio habría que seguir a GGB por todas y cada una de las películas en las que ha intervenido hasta el momento en los paises mas impensados. No se trata de Estados Unidos y Hollywood, meca de los antiguos monstruos aztecas(con excepción de la Doña),sino de su recorrido por América Latina, España y Francia. Podría hablarse de un actor de moda que dentro de un par de años se deshace en el aire o se eleva como en la novela de Garcia Marquez. Y sin embargo, no será esa su suerte. La razón es sencilla: en sus trabajos no proyecta su yo, sino el del personaje que le tocó en suerte. Esto lo hace doblemente valioso ya que el físico de estrella le es ajeno. La revista People lo comparó con Jude Law y Tom Cruise, aunque más no sea por la apariencia. Pero es difícil no sonreír ante los dos histéricos mencionados y su falta de sensibilidad. A GGB le gusta destacarse, necesita que el público guste de él. Al fin y al cabo es un actor. Pero nos parece que lo que mas le importa es trabajar para conocer gente y lugares, para profundizar en los problemas de su país y en los de América Latina.
AQUELLOS DOS DE “Y TU MAMA TAMBIEN”
GGB conoció a Diego Luna en su adolescencia. Tienen una infancia similar, ya que ambos son hijos de actores y comenzaron a trabajar siendo criaturas. La sólida amistad que los une favorece que se embarquen en proyectos que pueden o no cuajar. Cada uno de ellos se ha mantenido con absoluta independencia en sus diversos trabajos aunque requieren siempre el parecer del otro. GGB se interesó por el documental y a través de él explicarle al mundo cual es la situación de los centroamericanos y mexicanos que intentan migrar a Estados Unidos. Es asi como en Los invisibles (GGB y Marc Silver-2010) exponen las peripecias de los centroamericanos que son atacados, muertos y sometidos a toda clase de vejaciones en territorio mexicano. Y al propio tiempo, bajo la dirección de Jonas Cuaron, GGB formó parte de Desierto, film que narra las peripecias de los mexicanos que quieren cruzar hacia el país con el que se sueña. Un francotirador les hará comprender que hay ciertas dificultades para llegar a USA. Por su empecinamiento ha tenido problemas con los gobiernos de México y de Estados Unidos.
Para el 2024 GGB se ha establecido como un sólido actor soporte en varios países de Europa y América Latina, además de no perder sus contactos con Hollywood. Y se ha lanzado a la dirección de cortometrajes que intentan poner sobre el tapete las contradicciones de su país de origen y la eterna contienda con los Estados Unidos por el asunto de la migración. Según ha declarado “Han criminalizado la migración, cuando todos sabemos que ese fenómeno ha sido eterno en el mundo y lo seguirá siendo”.
